Hay días en que nos invade la tristeza. Muchas veces de forma inexplicable. Y nos cubre con un manto negro. Nos desanimamos y andamos con el ala caída.
Pensamos que no valemos, pensamos (tal vez) en alguien de nuestro pasado a quien quisiéramos volver a ver, pensamos que no nos gusta nuestra situación actual. Y caemos más y más hondo en la depresión....
Y es justo cuando estamos metidos en el hoyo que una luz, un pequeño punto luminoso aparece en el horizonte, a la par que una voz en nuestro interior (tal vez Dios, tal vez un ángel, tal vez sólo nuestra conciencia) nos sacude diciendo:
¡¡¡¡CHINGADAPUTAMADRE, DÉJATE DE MAMADAS PENDEJO!!! ¿QUÉ, TE VAS A QUEDAR LAMIÉNDOTE LAS PUTAS HERIDAS? A LA CHINGADA, LEVÁNTATE HUEVÓN Y A DARLE, QUE NO ESTÁ EL TIEMPO PA´ANDARTE RASCANDO EL OMBLIGO Y HAY GENTE PEOR QUE TÚ Y MÍRALA, YA NI LA CHINGAS. QUE UNA PENDEJADA TE TENGA ASÍ. ÓRALE, PUTO, PA´ARRIBA Y A CHINGAR A SU MADRE....
Y es entonces cuando te sientes mejor =P
4 comentarios:
Yo apenas voy a mitad de ese túnel oscuro...
APLAUSOS!!!!!
órale puto párriba y a chingar a su madre
el año viene ya sin la de inicial, pá qué voltear, cierto
Alex: ¿Te repito el discurso? =P Abrazos, que las cosas mejoren.
Toño: Gracias, un enorme abrazo.
Fritzio: Pa´alante siempre =)
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