lunes, 29 de agosto de 2011

Sube y baja.


Durante todo este año se ha hablado del éxito inusitado que el disco "21" de Adele ha tenido, superando en ventas a la mismísima Lady Gaga. Para gusto de muchos, y disgusto de otros tantos, esta chica se ha convertido en todo un suceso, aun cuando su apariencia dista mucho de reflejar aquello que llaman "glamour". Sin embargo, ha demostrado que una excelente voz, sensibilidad al componer y buenos acompañamientos musicales dan tan buen resultado como un comportamiento polémico o vestuarios extravagantes.

Ahora bien, la pregunta es ¿por cuánto tiempo más? ¿Tendrá ella la libertad creativa dada por su disquera para hacer lo que le venga en gana o será manipulada por los directivos para seguir llevando la línea que ha tenido hasta ahora y que le ha valido el éxito? ¿Superará la "maldición del segundo disco"?
En el pasado, recordemos, muchas cantantes han tenido ventas inusitadas de sus materiales, son tema de conversación, ganan toda clase de premios y sus canciones suenan por todos lados. Sacan el siguiente material y les va bien en ventas, aunque tal vez no tanto como en su trabajo anterior y así, paulatinamente, desaparecen del escenario musical, o por lo menos del mainstream. Ejemplos sobran: Cindy Lauper, Lauryn Hill, Fiona Apple, Alanis Morisette, Natalie Imbruglia, Macy Gray, Dido....En ese ir y venir de talentos, y en esa (al parecer) rueda de la fortuna del éxito ¿qué determina que un artista permanezca vigente con los años? Muchos dicen: reinventarse. Ahora bien, ¿cómo permanecer fiel a la esencia propia en medio de tanta reinvención?
Al final, creo que tanto ella, como los ejemplos antes mencionados, han sabido ser felices con lo que más les apasiona: la música y el canto. Lo demás, como dicen por ahí, sólo viene por añadidura. El éxito puede ir y venir, pero la calidad permanece.

Y, por supuesto, muchos esperamos que ella permanezca.

martes, 23 de agosto de 2011

Una de orquídeas.

Les dejo unas imágenes de Stanhopea tigrina que he encontrado en internet. Esta es una de las especies de orquídeas presentes en la reserva de la biósfera El Cielo y, sin duda, una de las más espectaculares y bellas, por el tamaño de sus flores, su colorido y el aroma que tienen. Lástima que su floración es efímera. Y lástima que no he podido fotografiarlas, pero ya pronto se me ha de conceder ese privilegio =D
Nueva salida a campo, el 4 de septiembre =D

sábado, 20 de agosto de 2011

El girasol

Hay en el campo del Mayab, entre todas las flores sencillas y las hierbas buenas, esa flor alegre del girasol, que es redonda y amarilla y parece que alumbra en el monte.
Aquella flor que parece que te está mirando, no es a ti a quien mira, sino al divino Sol. Pero si ella no mira lo de abajo, tú miras lo de arriba en ella.
Para eso te ha sido dada. Para que te acuerdes de la luz, que no puedes mirar sin deslumbrarte.
Apenas la boca del día se abre para tragarse la noche, el girasol levanta su frente y se pone a mirar la luz de arriba.
Fija en ella está y la sigue contemplando en todo su camino. Parece que esa flor humilde ha llegado a tener la figura del Sol. Porque no mira más que a él, a él se parece.
Siéntate delante de ella y levanta tu espíritu a pensar, mientras la estás mirando.
Ve cómo la flor se abre y se pone a recibir el amor caliente y claro que baja sobre ella. Y parece que no está para otra cosa, en medio de todo lo que hay sobre el mundo.
Verás cómo se dobla y da la vuelta, poco a poco, para estar mirando al sol que resplandece.
Verás cómo luego, cuando se acuesta el día y entra en el aire la oscuridad, ella se cierra y se recoge, para guardar la luz que ha recibido.
Míralo bien y apréndelo. Y cuando encuentres en tu paso esa flor dichosa, no la arranques, sino acaríciala con amor y suspira lleno de ternura.
Y si algo quieres procurar, procura ser dentro de ti como ella es, y proponte hacer, en tu corazón, lo que ella hace.
Antonio Médiz Bolio
La tierra del faisán y del venado (Fragmento).

jueves, 18 de agosto de 2011

Carretera México 180

Mucho transita por esta vía de comunicación. Y ese ir y venir de personas, vehículos y mercancías es siempre cambiante. Casi tanto como la naturaleza que los ve pasar.

martes, 16 de agosto de 2011


¿Escuchas? ¿Sientes ese rumor en el ambiente? No, no es el viento entre los árboles, es algo diferente. Pon atención y sabrás diferenciar. ¡Escucha!, es sonido de pies al marchar. Es sonido de los escudos de madera adornados con plumas chocando contra las espadas con filo de obsidiana. Es sonido de las lanzas de mil capitanes de guerra que vuelven de la campaña, victoriosos. ¡Son los Diez Mil los que vuelven!
¡Pronto! Llenen de flores traídas del monte las calzadas y el amplio sacbé. Que salgan los grupos de danzantes a recibir a los guerreros. Que las nobles doncellas se atavíen con el más fino algodón y pongan en sus cuerpos los más caros perfumes, las joyas de oro más relucientes, el jade más precioso para reconfortar el corazón de sus amados. Que los sacerdotes toquen las caracolas sagradas a todo pulmón y su eco resuene por entre la selva. Que se enciendan hogueras en lo alto de nuestros templos y su resplandor sea visible desde muy lejos. Y los reinos vecinos se den cuenta que hoy será día de fiesta en nuestra ciudad. Que los dioses se complazcan y se regocijen junto con su pueblo. Que los corazones de los miles de cautivos alimenten a nuestro sol y éste se vea siempre propicio ante nosotros, sus fieles. Que las lluvias sean abundantes. Que las tiernas mazorcas de maíz broten en nuestros campos y alimenten al pueblo. Que no nos falte el venado y el faisán, la tierna carne del pavo que habita en los montes. Que la abundancia se manifieste en nuestro pueblo y en las comarcas vecinas.
Que la gente no deje de reír. Porque este día, yo, la reina de esta ciudad, saldré a recibir a mi rey que vuelve, imponente, invicto, de la guerra. Traigan las sandalias con hilos de plata para calzar sus pies. La corona de oro y turquesas. Los mantos más finos, con las plumas más coloridas. Preparen el banquete más espléndido. Que este día es día de celebración….
¡¡Desdichada de nuestra reina!! Desde aquella noticia, ha perdido por completo la razón. Nuestra blanca flor que antes adornaba el palacio imperial con su belleza se ha convertido en una ermitaña que se refugia entre los aposentos. El cabello en desorden, la mirada vaga, el habla inconexa. No ha querido darse cuenta de que nuestra ciudad ha caído en desgracia. Que la selva ha ido invadiendo de a poco los caminos, las chozas del pueblo, los blancos templos de nuestros dioses. Que el propio palacio se cae en pedazos. Que la peste diezmó a nuestro pueblo, que las cosechas cesaron. Que extraños enemigos de fuera han venido y han arrebatado a esta tierra la vitalidad que antes la distinguía. ¡Pobre de nuestra reina! Triste, como cervatillo que ha perdido a su madre, vaga por entre las habitaciones, persiguiendo esa voz que la llama y que ella nunca puede alcanzar. Su rey se fue para siempre. Y eso es algo que ella no ha querido aceptar. Pero aquí estamos nosotros, sus fieles sirvientes, para velar por ella. Sin embargo, ya ella no es de este mundo. Que los dioses se apiaden de su alma y la lleven pronto al descanso junto a su amado rey.