lunes, 13 de junio de 2011

Las marimbas del infierno.

Este fin de semana me lancé a Monterrey, de visita con un amigo. El sábado, por sugerencia suya, fuimos a la cineteca del estado, ubicada en una de las naves del parque Fundidora. Aunque se está llevando a cabo el festival Mix de Diversidad Sexual, decidimos entrar a otra función. En este caso, de esta película:
Una coproducción Guatemala-Francia-México, del director Julio Hernández, misma que ya ha recibido importantes premios y buenas críticas en diferentes festivales en los que se ha presentado. Cuenta la historia de don Alfonso Tunches, músico guatemalteco cuya pasión es la marimba, el instrumento nacional de Guatemala. Pero don Alfonso pasa por una mala racha. Tras recibir amenazas por parte de la Mara Salvatrucha, decide poner a su familia a salvo, quedándose además sin más posesiones materiales que su apreciada marimba (la cual lleva inscrita la frase "siempre juntos"), la cual tiene que acarrear de un lado a otro de la ciudad en busca de un lugar donde lo contraten como músico. Sin embargo, es poco el interés que la gente tiene por escucharlo. Con ayuda de su ahijado, el Chiquis, conoce a un heavymetalero, el Blacko, quien además es ministro de un culto evangélico y es médico, aunque nadie quiere ser atendido por él por su apariencia desaliñada. Juntos conciben lo impensable: combinar la música de la marimba con el heavy metal e innovar en el ámbito musical de su región. Muchas cosas, cómicas y trágicas, les sucederán en el proceso.

Contada como una mezcla de documental y otro tanto de ficción, la película destaca por no haber incluido actores profesionales en los roles protagónicos. Los hechos contados en el filme fueron verídicos, y cada persona involucrada se interpreta a sí misma, recreando los hechos. Con dosis de humor, sarcasmo y otro tanto de optimismo, el director logra mover al espectador y hacerle ver un poco de la realidad que vive su país. Realidad que no dista mucho de parecerse a la nuestra. El final no se los cuento, pero vale la pena ir a verla, aunque tal vez no dure mucho en cartelera, como sucede con el cine no comercial. Sin embargo, realmente vale la pena. Es entretenida y aleccionadora. Aquí el tráiler de la misma:

2 comentarios:

Guffo dijo...

Muy chingón blog, Noé. Me gustó mucho la crítica que te avientas en el post "Es difícil", del 8 de marzo, que hablas de los hoteleros españoles. No creo que sea tan difícil, el pedo es que aquí, la mayoría de la gente y de las autoridades son tan mezquinas y miserables, que a todo le ponen un precio. No necesitamos más spas ni más campos de golf ni más hoteles, a menos que sean autosustentables y no le partan la madre al equilibrio del ecosistema.
Un abrazo.

Noé dijo...

¡¡Don Guffo!!
De hecho, no necesitamos de ellos en lo absoluto. Al menos no para disfrutar de un paraje natural. Pero ahí vamos, queriendo siempre poner nuestro "toque" en todo lugar que conocemos. Y el problema es que ese "toque" no siempre es lo que el ambiente de ese lugar necesita. En fin, que me desilusiona que aquí y en todos lados sólo exista la ley de quien tiene más lana. Saludos, un gusto tenerte de visita =)