Uff, puff y recontra bluff!!!! Esta semana estuvo de "no me la acabo". Las andanzas en campo me han dejado para el arrastre. Eso sí, me ha parecido satisfactoria. En el sentido de haber visto tantas y tantas cosas.
En el post anterior comentaba que en el sitio en el que estoy trabajando actualmente no abundaban las cactáceas susceptibles a ser rescatadas y reubicadas. Pues bien, RETIRO LO DICHO. Hay tramos en los que, a donde volteara a ver, había cactus y más cactus, especialmente peyotes. Ya hasta los alucino, y eso que no he ingerido alguno, jaja. Me dejaron traumado. Así que si peyote notan que de repente peyote escribo de forma compulsiva peyote, no sé pregunten peyote por qué peyote.
Creo que cualquier hippie se sentiría en el paraíso con sólo ver esto, jaja.
Y no sólo eso. Pareciera que en este sitio todo abunda. Abundan los peyotes, abundan las coryphanthas (la otra especie rara de cactus que mencioné), abundan los thelocactus (otra especie, no tan rara), abundan los árboles de mezquite, abundan los rastros de venado y otros animales. Válgame!!! En verdad, me sorprendió tanta abundancia de individuos. Con decirles que, en dos días, sólo pude avanzar como 1 Km inspeccionando la vegetación y tomando notas de la ubicación de las plantas.
Coryphantha macromeris. Normalmente las colonias tienen un diámetro de 30 cm. Esta tenía más de 1 m.
Thelocactus setispinus
Manfreda longiflora, una planta de la familia del agave, su categoría es Especie Amenazada. Lo que quiere decir que sus poblaciones están desapareciendo rápidamente.
¡Vengan esos cuatro!
El machete apunta hacia el rastro dejado por un venado. Por la profundidad de la marca y la tierra removida, se intuye que el animal es de buen tamaño y que dio un salto
Para agilizar un poco el conteo de individuos, especialmente peyotes, se sitúa uno en un punto determinado y cuenta la cantidad de plantas que haya en un espacio de aproximadamente 1 m cuadrado. Se observa la cantidad de plantas en un radio de 5 m y, por regla de 3, se obtiene un aproximado del total de peyotes que puede haber en ese punto. Con el GPS se toma la coordenada del punto donde está uno ubicado y se anota. Para las especies restantes, si también abundan, se hace por el mismo método, o se cuentan de 1 por 1 si son escasas.
También tuvimos encuentros cercanos del tercer bicho:Y nos topamos con esta señora malhumorada:
Obviamente la cámara estaba con el zoom a todo lo que da, jeje. Nada habría sido más desagradable que un incidente tipo "el cazador de cocodrilos" por falta de prudencia. Y esta es la primera vez que me topo con una víbora de cascabel en campo. Aunque estaba aletargada por el frío, es mejor no confiarse.
El lunes volvemos al sitio, y espero que Doña Corajes o sus comadres no anden rondando por ahí. Por supuesto, habrá más cosas que ver, registrar y mostrar. Así que ¡Hava naguila, babies!