martes, 5 de mayo de 2009

El Salto hasta El Salto

Habiendo nacido y crecido en Tabasco, una entidad eminentemente plana, siempre me llamó la atención el hecho de ver sitios montañosos. Primero a través de los libros, después, al tener la oportunidad, viajando. Y es que cada cresta, cada sima, cada roca, despiertan un profundo interés en mí, al grado de que si me fuera posible, recorrería cada cerro a pie sin importarme perderme ("Canal 5 al servicio de la comunidad...la última vez se le vio caminando rumbo al cerro de Saltalagata...vestía...") .

Este fin de semana tuve la oportunidad de viajar a Cd. Victoria y conocer algunos sitios de interés ubicados en sus alrededores. La ciudad, en lo personal, me parece tranquila....demasiado tranquila o_O... pero son los paisajes de las inmediaciones los que hacen que valga la pena una visita.

Sábado 02/05/09

Habiendo llegado la noche anterior a Victoria (o VickyRanch para los cuates), nos dispusimos a partir. El plan era visitar el Salto de El Chorrito, distante unos 80 Km. Salimos en la mañana y tomamos la carretera que lleva hasta Monterrey. El trayecto transcurre enmedio de un paisaje semiseco, observándose vegetación de matorral intercalada con grandes árboles de sabino y álamo, ahí donde fluyen los arroyos y los pocos ríos que hay en la región. Esta zona es conocida por los extensos cultivos de naranja, y el olor a fruta podrida se hacía muy evidente en ciertos tramos de la carretera. Artesanías, quesos, jugos, costales de naranja...muchas cosas era expendidas a lo largo del camino. Y cuánto tráiler!!!
Dedicatoria a.... ¿Lloselin?
Después de más de una hora de camino, llegamos al pueblo de Hidalgo, cabecera del municipio homónimo, en plena Sierra Madre. El pueblo...bueno, es como cualquier otro pueblo pequeño de provincia, muy antiguo (fue fundado en 1752) y con una plaza central en torno a la cual se fueron trazando las calles. Llama la atención que dentro de la plaza estén situados árboles muy grandes y muy viejos, de álamo (mínimo 200 años deben tener). Y del pueblo hasta el Salto son todavía 25 Km más.

Es curioso ver cómo en el camino se da un mosaico de vegetación bastante notorio: los pastizales para ganado se entremezclan con tulares propios de zonas inundables, los que a su vez dan paso a densos matorrales espinosos y, posteriormente a relictos de bosque tropical caducifolio, en los puntos donde se concentra más humedad. Y la omnipresente sierra, siempre como paisaje de fondo.



Poco antes de llegar al Salto, se encuentra un ejido llamado Ex-Hacienda La Mesa, mismo que se desarrolló en torno a una antigua hacienda, que fue construida en el S. XVIII y que hoy está en ruinas. Durante el S. XIX esta hacienda fue utilizada como ingenio azucarero, siendo abandonada posteriormente. En la actualidad pueden apreciarse aun el acueducto, así como la torre del trapiche y los restos del cuarto de máquinas. Toda la edificación está invadida de maleza, y en algunos puntos pueden verse incluso pequeños árboles que han crecido entre las piedras de la construcción, dándole un aspecto de total abandono que resulta fantasmagórico.














Ah, por último, dicho acueducto aun está parcialmente funcionando, y de hecho es la fuente de abastecimiento de agua para la población:















Continuando con el recorrido, proseguimos por la carretera, hasta vislumbrar después de una curva el tan esperado Salto...




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