viernes, 10 de julio de 2009

Burning at 451º F

Dado que son casi 3 horas-nalga entre Reynosa y el sitio en campo donde había estado trabajando esta semana, decidí que lo mejor era hacer de ese tiempo algo productivo. Por lo que, en lugar de jetearme y babear el overol (broma, no es cierto), me puse a leer uno que otro librito. Reencontrándome con esta joyita que ya había leído en mis tiempos de estudihambre:




Escrita y publicada en 1953 por Ray Bradbury, uno de los escritores de ciencia ficción más connotados del siglo XX (junto con Arthur C. Clarke, el autor de 2001). El título de la novela hace alusión a la temperatura en la cual el papel hace combustión. La trama no podría ser mejor: Guy Montag, un ciudadano común y corriente en un futuro imaginario, pero aterrador, en el que la gente tiene que ser feliz "a webbbsss" o de lo contrario son objeto de investigación por parte del sistema y son fichados como anormales. Un mundo en el que no está permitido leer, porque leer obliga a pensar, y el pensar no hace feliz a la gente. Es por ello que el sistema ha creado un sinfin de cosas para mantener ocupada a la gente: entretenimientos huecos, colores, luces, alta tecnología, ruido, publicidad...Hey, casi similar a lo que ocurre hoy en día... En la novela, la gente se reunía frente a pantallas ultrasofisticadas para hablar con desconocidos a distancia, como única forma de convivencia social. Sólo plática vacía, superficial. Se trata además de un mundo despersonalizado, en el que la gente al morir es incinerada de inmediato y olvidada casi con la misma rapidez, un mundo donde el sistema puede cometer cualquier atrocidad con tal de salirse con la suya y nadie cuestiona. La novela deja entrever incluso el tema de la selección de individuos desde antes del nacimiento. Y Guy Montag encaja en todo ello porque su trabajo es ser herramienta del sistema. Él es bombero, pero en lugar de apagar incendios, los provoca. Los bomberos ahora tienen la función de quemar libros, de acabar con todo rastro de lo que, para el sistema, es causa de infelicidad. Porque leer obliga a la gente a cuestionar, y el sistema no puede ser cuestionado. Sin embargo, una serie de acontecimientos y personas se encargarán de que Montag comience a poner en tela de juicio la labor que él y sus compañeros realizan, con resultados radicales y traumáticos pero necesarios.


Al leer esta novela me sorprendió que, para la fecha en que fue escrita, describe a la perfección lo que está sucediendo en la actualidad. No es que el gobierno vaya a prohibir la lectura, no. Me refiero más bien a ese grado de deshumanización que se está viendo masivamente. Bueno, igual y soy un alarmista. No lo sé, es sólo una muy personal percepción. Cómo nos reunimos en torno a un monitor y decimos y decimos cosas, pero ¿con qué sentido? ¿somos como los personajes de la novela,incapaces de dar la mínima muestra de afecto? ¿apegados siempre a lo que se nos ofrece en los medios sin buscar más allá? En fin, es sólo un libro. Pero me hizo pensar mucho...y me despido, porque ya llegaron unos señores de traje negro que quieren que los acompañe (gulp!!!), jajaja.

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