lunes, 27 de julio de 2009

Maaamááááá!! Ahorita vengo, voy a Persépolis!!!!

La vida en Teherán durante la revolución islámica de los 70´s y la guerra con Iraq en los 80´s, vista desde la óptica de una niña poco convencional, imaginativa, contestataria, desmadrosa y fanática de Bruce Lee. De eso trata Persépolis, película animada basada en la novela gráfica de Marjane Satrapi, dibujante e historietista iraní refugiada en Francia, país que la recibió en su huida del fundamentalismo islámico y dentro del cual ha desarrollado la mayor parte de su obra. Notablemente autobiográfica, la cinta muestra en flashbacks aspectos de la infancia de Marjane en compañía de sus también poco convencionales padres y su abuela feminista en la capital iraní a finales de los años 70´s, cuando el reinado del Sha fue finalizado abruptamente por el movimiento revolucionario islámico que sumió al país en un régimen autoritario, extremadamente intolerante y represor de toda clase de manifestaciones que indicaran la influencia occidental: desde la vestimenta, el comportamiento en público (especialmente de las mujeres) hasta la forma de hablar, la música que se escuchaba, la libertad de expresión...en fin, todo. Gente allegada a la niña, incluyendo familiares muy queridos, caen víctimas de este régimen. Ella misma es testigo de las dificultades que vienen después: la carestía de alimentos, los insultos y amenazas por no llevar vestimenta adecuada, los bombardeos y la crueldad de la guerra, que envía niños y jóvenes a combatir bajo la promesa de, si mueren, entrar al paraíso vía una llave de plástico, que les asegurará vivir una eternidad rodeados de mansiones de oro y diamantes, festines y mujeres. En este ir de Guatemala a Guatepeor, los padres de Marjane deciden enviarla a Europa. Sin embargo, como dice la abuela en una de las escenas: La libertad tiene un precio.

La cinta es imparcial. Con la seriedad que se requiere, pero también con un toque de humor, critica el fundamentalismo musulmán de su patria, a la vez que es implacable con la filosofía occidental, sobre todo en Europa, de no creer en nada ni nadie y en el marcado individualismo (o egoísmo) del hombre de Occidente, a tal grado de no mostrar solidaridad o al menos interés por los problemas de sus semejantes. Si en Medio Oriente la gente es excesivamente vigilada y escudriñada casi hasta lo más recóndito y aun así hay cabida para sentimientos positivos, en Europa se produce la sensación de soledad producto de una sociedad autocomplaciente, consumista, hipócrita, racista y puñetera que, para acabarla de amolar, vende armamento a ambos bandos de la guerra.

La cinta es maravillosa en cuanto a recursos narrativos y técnicas de animación. La transición entre escenas es imaginativa, sutil y casi poética, con un uso prácticamente total del blanco y negro que, curiosamente, no se torna monótono. Los trazos de los dibujos son ricos en líneas sinuosas que evitan el acartonamiento. Y como plus, cuenta con las voces de Chiara Mastroianni y Catherine Deneuve.

Como es natural, también adolece de fallas. A muchos les parecería poco real una abuela tan liberada en una sociedad semejante. La ideología socialista de los padres y tíos de Marjane adquiriría tintes de propaganda. Los mismos diálogos de Marjane podrían parecer demasiado fantasiosos, poco reales para una niña de 10 años. En fin, después de verla, creo que cada quien puede formarse su propio concepto.

(Esta escena me botó de risa, pero dice lo cierto)

La lucha por la libertad, el amor, la adolescencia, la familia, la soledad, los desengaños, el crecer, la congruencia, el antibelicismo, el no conformismo, la búsqueda de uno mismo y del por qué estamos aquí, la integridad. Todo esto y más en una nada simple obra de animación de hora y media. Calificación??? Le daría 9.9 de 10. Luego me dicen ustedes.....

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