jueves, 18 de junio de 2009

Love is in the air, in every sight and every sound

El verano está en su apogeo en esta franja fronteriza de Tamaulipas. Los días transcurren bajo la pesada carga de la alta insolación y el calor. En estos rumbos remotos, donde pareciera que si das un paso más te caes por la orilla del mundo, la vida se abre camino para seguir con este perpetuo ciclo nacer-morir. Binomio indisoluble que siempre es el mismo, y a la vez es tan diferente entre cada uno de los seres que habitamos este granito de polvo que llamamos planeta Tierra. Y mientras unos se van, otros llegan... ¿por cuánto tiempo? ¿cuál será su huella? ¿cumplirán su propósito? ¿serán (seremos) recordados?

Aprovechando el breve periodo de bonanza que sigue después de las primeras lluvias, las plantas y animales deben perpetuarse a toda prisa para producir a quienes le sucederán en esta infinita cadena biótica. Han llegado nuevos inquilinos al matorral......














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