Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a Monterrey (Montegay para los conocedores), donde por conducto del buen Monsieur Champignon me tocó ver esta película:
De la cual, en algún momento dado, sólo conocía de nombre y de cartel publicitario, sin imaginarme siquiera la trama y de que realmente es una muy buena película. No soy crítico de cine, así que si intentase hacer una reseña de lo más guay pues como que me quedaría corto de palabras.
La película es sórdida, enmarcando su historia en el mundo de la prostitución en una ciudad que puede ser cualquiera, que al cabo todo es lo mismo aquí y en China (cosas más, cosas menos). Caye, el personaje principal (Cayetana su nombre completo) se dedica a este oficio, procurando que nadie en su familia se entere, mucho menos su muy conservadora madre. El objetivo del dinero que reúne por sus servicios es una cirugía de aumento de senos, con la esperanza de cotizarse aún más cuando se aumente las tallas. Conoce a una vecina, Zulema, una inmigrante ilegal dominicana, también prostituta. Al principio se tienen antipatía. Cuando Caye entra furiosa al departamente de Zulema para reclamarle que tiene la música a todo volumen y la encuentra toda golpeada, se inicia una peculiar amistad entre ambas mujeres.
La película hace una confrontación entre lo que llamaría "las putas naturales", a las que pertenece Caye, ciudadanas españolas cuyo punto de reunión es el salón de belleza y que atienden a sus clientes mediante llamadas al celular, y las "putas advenedizas", el grupo de Zulema, extranjeras, inmigrantes ilegales sudamericanas, caribeñas, africanas...exóticas...vulgares y despreciables ante los ojos de las otras. Son las que caen continuamente en las redadas de la policía, las que corren más riesgo, aquellas cuya muerte podría quedar anónima o su asesinato impune. Éstas se reúnen en la pequeña plaza frente al salón de belleza. Un graffiti en una de las bardas tiene la leyenda "Macondo". La película navega, entonces, entre el afianzamiento de los lazos de confianza entre estas dos mujeres cuyos mundos no podrían ser más opuestos. Caye es puta por gusto (así se puede suponer), Zulema es puta por necesidad (dejó hijo y familia en Dominicana, a quienes envía constantemente sus ganancias). Ambas se hacen confidencias, discuten, se disgustan, se reconcilian, se reconfortan, se apoyan mutuamente, reflexionan sobre la vida y sobre su oficio.
Más que una película de denuncia social por el tema de la prostitución, la película habla de sueños, metas que las personas se han propuesto y la manera en cómo cada uno pretendería llegar a esas metas. Habla también que para el cumplimiento de esas metas hay un precio que pagar, todo en un contexto dramático pero también cómico. Habla del desencanto producido por buscar y buscar sin encontrar lo que tanto se anhela. Habla de cómo algo muy simple en apariencia puede ser el más caro anhelo de una persona: Caye, entre toda su putería, sueña con que el hombre de su vida vaya a buscarla a la salida del trabajo.
Hay opiniones divididas en cuanto a la calidad del filme, realzando las actuaciones de las protagonistas, así como la participación de Manu Chao en la banda sonora, pero deplorando situaciones inverosímiles propuestas por el guión. En lo personal me pareció una película bien realizada y muy bien actuada. Tal vez no esté a la altura del cine de Bergman, Fellini o Buñuel, pero logra cautivar...y dar motivos para un post en el blog.
Y hay muchas frases que me gustaron, como éstas:
-Él: ¿Qué haces sola?
-Caye: Es que yo salgo sola
-Él: Qué aburrido no??
-Caye: A mí por lo menos no me dejan tirada (en alusión a que al tipo lo habían dejado plantado sus amigos a la entrada de un antro).
O esta otra:
"Las cosas no son importantes porque existen, son importantes porque se piensa en ellas. Mi madre lo dice siempre, que existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés....Lo único, si he pensado... y creo que... bueno que lo peor no seria que no hubiera nada después de la muerte, lo pero sería que hubiera otra vida. Y que fuera como esta."
O esta última:
..."Dicen que las princesas son tan sensibles que notan la rotación de la tierra, que si están lejos de su reino se enferman, que hasta se pueden morir de tristeza " (pss yo estoy lejos de mi tierra, he de morir de tristeza??? o_O).
Y la más no sé qué:
-Caye: Y qué cosas les dices a los tíos cuando están follando??
-Zulema: Pues cosas como "ay, papi" o "así, mi rey, házmelo duro", pero la que es más efectiva es "llénamelo de leche". Hasta parece conjuro mágico. La digo y el tipo se viene...
5 comentarios:
Esta segunda vez que vi Princesas (hace dos semanas apenas) algunos de sus momentos me parecieron un tanto cursis o tendenciosos. Pero no por ello la quiero menos.
Insisto, León de Aranoa me robó Todos los besos cuando todavía estaba guardada en un cajoncito y convirtió a Said en Caye, maldición!
Qué importa! De nuevo: coincidir. Diría una buena amiga: "Por lo menos sabemos que pensamos como los grandes".
Dame lecheeee! Jajaja. Pos sí es mi línea.
Llenamelo de leche tonto!!!
2046
Jajajaja! Sí, Champy, ya se que es así, pero yo no siempre pido que me lo llenen de leche, a veces nada más pido que me la den (y me encanta que me la pidan). Xiale, esto ya perdió todo pudor.
¿O fue una solicitud?
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