jueves, 1 de octubre de 2009

Días en campo

Esta semana estuvo de salir mucho de la oficina. Desde el sábado en la mañana, de hecho. Y ya el lunes, nos dirigimos al sitio donde se está construyendo una línea de gas, de la cual les hablé en este post. Los trabajos de construcción están muy avanzados. Ya la maquinaria desmontó el tramo de vegetación donde se ubicará la tubería. Ya PEMEX suministró la cantidad de tubos necesaria para cubrir los 8.5 Km que medirá dicha línea.


Las máquinas retroexcavadoras están a todo lo que dan cavando la zanja que contendrá esa tubería.


Todos los tubos han sido debidamente soldados y parchados para que no haya fugas de gas una vez que esté en funcionamiento.


La línea de gas, así tendida, se me figuraba una enorme serpiente negra dispuesta a atacar y devorar a quien se pusiera en su camino. El paisaje ha sido transformado radicalmente, una vez más.
La vida silvestre, sin embargo, permanece. A pesar de los ruidos de la maquinaria. El martes, por ejemplo, estando de visita en el sitio, una pareja de pecaríes de collar (llamados erróneamente jabalíes, aunque no lo son) salió del monte, en un punto cercano a las maquinarias. Me sorprendió la tranquilidad con que se desplazaban. Tal vez se hallaban confundidos. Los animales pueden reconocer los cambios que se realizan en su hábitat, y toparse de repente con una amplia franja desmontada donde antes había vegetación los hace ponerse recelosos. El instinto les dice que no es una zona segura. Saqué mi cámara, y como se hallaban a más de 50 m de distancia, tuve que activar el zoom de la misma. Como estábamos arriba de la camioneta, había movimiento, así que las fotos no salieron como esperaba. Y cuando quise acercarme más para tener una mejor toma, la pareja se internó en el monte y, aunque los seguí, se escabulleron.


El hecho de ver fauna silvestre es para mí siempre un motivo de emoción. En Tabasco, por ejemplo, cuando estaba en la universidad salí en muchas ocasiones a muestreos en la zona de la sierra. Y nunca vi venados o pecarís, a pesar que a veces andábamos en zonas donde se supone eran abundantes. En cambio, veíamos y oíamos muchas aves: tucanes, chachalacas, carpinteros, zacuas, cenzontles, trogones (aves parientes del quetzal). Y monos, muchos monos. Acá en Tamaulipas la fauna no es tan variada, pero es más visible, principalmente porque la vegetación es menos exhuberante. Así, me ha tocado ver venados con crías, linces, liebres, conejos, tejones, armadillos, ratas de campo, serpientes y lagartijas de varios tipos, tortugas, codornices, aves rapaces, correcaminos, coyotes, cardenales y los mencionados pecarís. A veces solos, otras veces en grupos de hasta 20 (entre machos, hembras y crías). Pero la de esta semana fue la primera vez que lograba una fotografía, aunque fuese de lejos.



De igual forma ayer, andando en el sitio de la construcción, me interné por una estrecha vereda que al parecer es usada por las vacas para internarse en el monte. Serían tal vez las 9 de la mañana, y el calor apenas empezaba. Para mi sorpresa, una serpiente se deslizó junto al camino, exactamente unos segundos después de que yo había pasado por el mismo sitio. Al verla dije "Madres!! una cascabel!!" pero no, terminó de deslizarse y le vi la cola y no tenía crótalo. El animal estaba de buen tamaño, 1.50 ó 1.60 m de largo, tal vez. Y un buen grosor. Me gustó el diseño de sus escamas, en rombos color café que se alternaban con patrones blancos y, en la cola, los diamantes del dorso se convertían en anillos. Al verla así, inmóvil, debajo de los arbustos, sacando de cuando en cuando la lengua para tantear posibles presas, me di cuenta que se mimetizaba a la perfección con el pardo de la tierra y la hojarasca y con el juego de luz y sombra que se forma bajo las ramas de la vegetación. Y no cabe duda que ya me urge una cámara nueva, porque cuando prendí la mía y activé el zoom (ni madres que me acercaba, no estoy tan loco como el cazador de cocodrilos, jajaja), ésta se comportó erráticamente. Y en lo que arreglaba el desperfecto, la susodicha volvió a moverse y se ocultó bajo unos troncos, por lo que sólo alcancé a tomar una foto de su cola (y no es que sea fijación con las colas, que quede claro :P). Ojo, la cola de la serpiente ahí está, pero es como el juego de "Dónde está Wally??", jeje.
En compensación, pude tomar una foto de esta otra, que al parecer ese día se despertó con el pie izquierdo. Pero las serpientes no tienen pies!!!! ....Bueno, con las costillas izquierdas.
Ya quiero, por lo menos, una de esas cámaras de Mi Alegría....jajaja.

6 comentarios:

casacelis dijo...

No dejo de admirar tu trabajo porque además de conocer toda esa fauna maravillosa que a veces creo solo existe en la televisión, lo que entiendo que haces (al leer PEMEX) es de sumo interés: este domingo platicaba con un tio que trabaja precisamente en PEMEX bajo contratos y toda la cuestion legal que se maneja para abrir esas brechas y/o surcos en determinadas zonas (habitadas o no) asi como la forma en que lo hacen me parecio fascinante.

Pero existe algo más alla: Tu tienes el sentido del gusto y la admiración.

Fascinante.

Noé dijo...

Hola Ramón:
Pues sí, es todo un proceso de gestión, análisis de riesgos y mucha diplomacia con los rancheros para poder instalar estos ductos. Lo que hago yo es apenas la punta de lanza de todo este proceso constructivo. Aunque no por ello me gusta menos. Y sí, entre tanto trabajo creo que es necesario darse un tiempo para apreciar y admirar lo que te rodea. Y cuidarlo, por supuesto.

Carlos dijo...

Hey Hey, te felicito por tu blog, jaja lo encontré de casualidad leyendo un comment tuyo jaja, me agradó bastante la foto de los pecaríes (de no haber leído tu entrada, los habría llamado jabalíes o, peor aún, chanchos, jaja perdón por mi ignorancia)

Noé dijo...

Carlos:
Bienvenido al blog!!! Prometo visitar más seguido el tuyo :P Y no es ignorancia, simplemente así les llama la gente. Saludos!!!

Botica Pop dijo...

no tenía "crótalo"? *suspiro* mi hermano herpetólogo ha tratado de enseñarme algunas cosas pero yo solo me aprendo los apodos de las serpientes de su herpetario (como "doña corajes") y jamás la información sustanciosa.

pecaris! eso si lo sabía. aunque si los hubiera visto de lejos, hubiera dicho "mira, chanchitos".

Noé dijo...

Botica:
Qué padre, tu hermano con su herpetario. Requiere de mucha dedicación, y sobre todo bastante cuidado el cuidar y manejar serpientes. Saludos a Doña Corajes!!! Y besos a ti!!!