Pitufipeyote en floración me da lección debida

Tras un nefasto fin de semana, en el que me sentí más solo, miserable y furiosamente deprimido que nunca; hubo algo que, al final, me levantó el ánimo: Sí, después de mucho tiempo mis pitufipeyotes (que estaban más maltrechos que actriz porno después de una filmación) estaban dando señales de recuperación, y no sólo eso. Uno de ellos, decidió ofrecer al mundo este pequeño presente:

Fue entonces cuando decidí salir de mi ensimismamiento y darle un zarpazo de lión a mi colección completa de cactus, que honestamente la tenía bastante abandonada (gulp!!). Quitando malas hierbas, eliminando las partes podridas o secas, así como aquellos individuos que ya no tuvieran posibilidades de sobrevivir, cambiando las macetas de lugar, replantando, abonando, regando...Y mientras hacía todo eso, pensaba que debo aplicar lo mismo en mi vida: sacar lo que ya no sirve, cambiar actitudes, replantear objetivos, retomar aquellos que me causaban tanto entusiasmo y que ahora tenía herrumbrados en algún rincón de la memoria...Ya sé, ando muy Carlos Cuauhtémoc fucked Mariano Osorio (and he liked it). Sólo que me pareció curioso cómo algo tan simple como una planta y una actividad tan trivial como cuidar macetas pueden enseñarte algo, todo depende de qué tan dispuesto esté uno a escuchar ese mensaje, asimilarlo y ponerlo en práctica. Y al terminar de hacer todo ello, a pesar de haberme espinado los dedos, de haberme llenado las uñas de tierra y acabar algo mugroso, me sentí satisfecho. Tanto que, aquello que me había deprimido, ahora ya no me causaba esa sensación. Creo que me llenaré las manos de tierra más seguido.

Bien dicen que mientras haya vida...